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"Sor Juana Inés de la Cruz"

Sor Juana Inés de la Cruz.

1648 - 1695

"No estudio por saber más, sino por ignorar menos"

Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, mejor conocida como sor Juana Inés de la Cruz, fue una religiosa jerónima y escritora novohispana, exponente del Siglo de Oro de la literatura en español. Considerada por muchos como la décima musa. 



La fecha del nacimiento y muerte de Sor Juana han sido muy discutidos. No obstante, las fechas que se consideran más precisas son el 12 de noviembre de 1651 -en el Estado de México- para el nacimiento y el 17 de abril de 1695 -en la Ciudad de México- para su defunción.



Cuando la Décima Musa tenía tan solo 3 años y a través de una pequeña mentira, obligó a la maestra de su hermana mayor a darle clases. Fue así como logró aprender a leer y escribir a una edad muy temprana.


Después de que el abuelo muriera, Isabel Ramírez envió a vivir con su hermana a la Décima Musa. Ahí aprendió a realizar los quehaceres que en ese entonces correspondían al género femenino. Además, según el padre Callejas, aprendió latín en tan solo 20 lecciones. 


Gracias al investigador Augusto Vallejo de Villa, sabemos que Sor Juana escribió su primer poema a los 8 años. Este lleva el título de Loa satírica en la festividad de Corpus Christi y está compuesto por 360 versos en náhuatl -pues estaba dirigido a los indígenas- y en español.

De 1676 a 1691, Sor Juana se aventuró en una forma poética particular y popular en su época conocida como villancico. Algunos de los villancicos que escribió fueron en honor a la Purísima Concepción de Nuestra Señora.



La Décima Musa falleció por tifus y fue sepultada en el coro debajo de la iglesia del templo de San Jerónimo que se convirtió en la Universidad del Claustro de Sor Juana. 



Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis.

Si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?

Combatís su resistencia
y luego con gravedad
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.

Queréis con presunción necia
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Tais,
y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?
Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Opinión ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.

Siempre tan necios andáis
que con desigual nivel
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.

¿Pues cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata ofende
y la que es fácil enfada?

Mas entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y queja enhorabuena.

Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.



Fuentes: Wikipedia. 
México desconocido. 
Genius. 



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